martes, 17 de diciembre de 2013

Auguran mayor concurrencia al Decimosexto Festival del Habano




El prestigio mundial del tabaco cubano estimulará una mayor concurrencia de los cinco continentes al Decimosexto Festival del Habano, previsto del 24 al 28 de febrero próximo, con sesiones académicas, clases magistrales y feria comercial, que tendrán como centro el Palacio de Convenciones de La Habana.
La tradicional cita anual, que reúne a  comerciantes, investigadores, artistas, editores de revistas, coleccionistas, periodistas y otros, abrirá sus puertas con un concierto exclusivo de destacados artistas cubanos en la denominada Noche de Gala, con sede en el Club Habana.
En la jornada se conocerán, además, las Nominaciones al Premio Habano del Año en las categorías de Producción, Negocios y Comunicación, y se ofrecerá un Cóctel  de Bienvenida dedicado a las marcas Partagás y Hoyo de Monterrey.
Los asistentes a este Festival, que rendirá homenaje a cuatro de las más prestigiosas marcas de habanos: Hoyo de Monterrey, Partagás, Trinidad y H.Upmann, podrán degustar en exclusiva las nuevas vitolas que Habanos lanzará al mercado internacional el próximo.
El evento incluye la Feria Comercial y mantiene las visitas a las mejores plantaciones de tabaco en la provincia de Pinar del Río y a emblemáticas fábricas de habanos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Los accidentes vasculares encefálicos, cuidados naturales.



Por : Dra Aliuska Fabregas

Autores: Dra. Aliuska Fábregas González(1), Dra. Maylene del Milagro Pérez Bom(2), Dra. Nelia Soto Fernández (3), Dra. Cely E. Cuesta Palacios(4)
 (1) Especialista en I grado en medicina General e Integral. Máster en medicina Natural, Tradicional y Bioenergética.
(2 Especialista en I grado en medicina general e Integral. Especialista en I grado en Oftalmologia.
(3)Especialista de I grado en  Medicina General e Integral. Máster en Urgencias médicas.
(4)Especialista de I grado en medicina Interna.

Según la Organización Mundial de la Salud OMS), los accidentes cerebrovasculares o ictus son signos clínicos de desarrollo rápido de una perturbación focal de la función cerebral de origen presumiblemente vascular y de más de 24 horas de duración. Se encuentran en este concepto los cuadros de infarto cerebral, hemorragia cerebral, de origen trombótico, hemorragia subaracnoidea que no se recuperan dentro de las 24 horas de producido.
Entre las patologías que son factores de riesgo de los ictus se encuentra la hipertensión arterial descompensada, con cifras de 160/95 o más, fumadores, hiperlipoproteinemias, diabetes mellitus descompensada, trastornos del ritmo cardíaco, obesidad, sedentarismo, uso de sustancias adictivas y factores genéticos y el estrés mantenido.

Recomendaciones:
·        Mantener controladas las patologías que puedan desencadenar el ictus.
·        Mejorar el estilo de vida según las necesidades personales, dejando el hábito de fumar, el alcoholismo, el sedentarismo.
·        Evitar los trastornos nutricionales como sobrepeso o caquexia.
·        Aplicar terapias de relajación para controlar el estrés al que somos expuestos diariamente.
·        Consumir alimentos saludables como proteína de buena calidad como pescados azules, huevos, carnes sin grasa y en pocas ocasiones en la semana, frutos secos, aceites de origen vegetal y no freir los alimentos, mejor aplicar otros métodos de cocción más saludables.
·        Consumir alimentos ricos en vitamina C como cítricos, guayabas, kiwi, ají, vegetales verdes.
·        Preferir los cereales integrales a los pulidos por su elevado contenido de vitamina A, complejo B y otras vitaminas y minerales.
·        Beber jugos de frutas y verduras frescas como el plátano, tomate, zanahoria, col, cebollas, ajos, fresas, apio, perejil.
·        Consumir infusiones de perejil o apio con zanahorias y limón o manzana por su efecto diurético y antitóxico.
·        No consumir tilo si presentamos hiperlipoproteinemia.
·        Aplicar terapias como el Tai chi, yoga, qi gong., aromaterapia.
·        La homeopatía y la acupuntura después de la crisis son muy efectivas pero a largo plazo junto con la rehabilitación.
Bibliografía.
1.     Rodríguez M. Metodología de la investigación en plantas medicinales. Introducción a la Fitoterapia. Editorial Herbal, México DF, 1999.
2.     Maron F. Plantas medicinales y medicamentos herbarios. Farmacología general. Editorial Ciencias medicas, La Habana, 2002. capt 13.
3.     Duraffound C. D Hervicount L Lapray L C Cahiers de phytotherapie clinique. Revue de la Societe francaise de phytotherapie et aromatherapie. Paris, France. 1994.
4.     Colectivo de autores. Vegetales y salud. Tabloide Universidad para todos. Casa editora Abril, Ciudad Habana.2004.
6.     Geriatría. Envejecimiento saludable. www.escuela.med.puc.cl/publ/manualgeriatria/pdf/envejecimientosalubable.pdf
8.     El colesterol. http://www.abjarelcolesterol.com

Control del diabético



Diabetes mellitus y su control..
Autores: Dra. Nelia Soto Fernández(1), Dra. Maylene del Milagro Pérez Bom(2), Dra. Cely E. Cuesta Palacios(3), Dra. Aliuska Fábregas González(4).
(1)Especialista de I grado en  Medicina General e Integral. Máster en Urgencias médicas.
(2)Especialista de I grado en medicina Interna.
(3) Especialista en I grado en medicina general e Integral. Especialista en I grado en Oftalmologia.
(4) Especialista en I grado en medicina General e Integral. Máster en medicina Natural, Tradicional y Bioenergética.

 Resumen : Es un articulo que trata sobre los pilares del tratamiento del paciente diabético en cuanto a dieta, cuidado dental y de los pies y la actividad física, además del control de laboratorio que se debe de realizar periódicamente con vista a que lleve una participación activa como ser social en su condición médica.

Un diabético bien controlado es aquel cuyo aspecto, capacidad de trabajo, actividad física e intelectual, psiquismo y posibilidad de vida en la sociedad son iguales a los de una persona normal.
Diabetes mellitus controlada:
·    El paciente mantiene sus cifras de glucosa en sangre dentro de los límites normales, por debajo de 6.1 mmol /l, tanto en ayunas como a las tres o cuatro horas de la ingesta de las comidas.
·    Tiene glucosa en la orina esporádicamente, o en muy poca concentración.
·    No elimina cuerpos cetónicos en la orina.
·    Muy raras veces padece de hipoglicemias.
·    Acude a la atención médica tan pronto presenta alguna complicación de su patología.
·    No manifiesta síntomas clínicos.
·    Mantiene un peso normal de acuerdo a su edad, sexo, talla y actividad física.
·    Mantiene un buen estado nutricional.
·    Realiza actividades físicas e intelectuales acorde a su habitual capacidad.
·    Mantiene un equilibrio psiquico satisfactorio.
·    Se adapta socialmente de manera correcta.
·    Acude a las citas médicas periódicamente.

El control no puede ser de un día, sino de forma constante y estable, como lo exige la cronicidad de la patología, y solo se logra cuando el diabético esta bien instruído y colabora activamente en su tratamiento sino cuando es capaz de saber las pequeñas variaciones diárias que debe hacer al plan ordenado por el facultativo.

Dieta.
·    El paciente debe de seguir estrictamente el plan de alimentación, la cantidad de alimentos y las variantes de confección que sea las dosis de insulina u ortos hipoglicemiante.
·    Ingerir los alimentos en horarios fijos.
·    No apartar la preparación y cocción de sus alimentos con los del resto de la familia.
·    Eliminar los dulces y otros alimentos que se les deba de adicionar azúcar si su médico no se lo ha autorizado.
·    No debe de experimentar con alimentos o dietas no reconocidas como convenientes para la enfermedad.
·    No hacer dietas de rebaja de peso corporal.
·    Puede consumir libremente agua , zumos de frutas y vegetales sin adicionar azúcar.
Cuidado bucodental.
·       Acudir periódicamente al estomatólogo.
·       Enjuague correctamente la boca después de ingerir los alimentos.
·       Realice masajes en la encías con los dedos después del cepillado.
·       Acudir prontamente al dentista si observa cualquier signo de sepsis en la boca o piezas dentales.

Ciudado de los pies.
·       Lavar los pies diáriamente con agua tibia y jabón.
·       Secar bien los pies y sobre todo interdigitalmente.
·       Masajearlos diáriamente para activar la circulación sanguínea y mantener la suavidad de la piel.
·       Usar talcos antifúngicos.
·       Cortar las uñas correctamente y sobre todo después del baño que es cuando se encuentran más suaves.
·       Acudir a un quiropedista regularmente.
·       Cuidado con las callosides , mejor que realice la operación de extracción un profesional.
·       Acudir a un ortopédico si presenta algún tipo de deformidad.
·       Usar medias sin costuras y no apretadas. Cambiarlas diáriamente.
·       No andar descalzo.
·       No usar yodo en las cortaduras, mejor recibir atención especializada.
·       No abrir la ampollas.
·       No usar ligas ni vendas apretadas.
·       No usar esparadrapo en los pies.
·       No seguir los consejos de personas no profesionales.

Medidas generales.
·       Confiar en su medico y seguir sus recomendaciones.
·       Vigilar su peso corporal y prestar atención a alguna variación brusca e informárselo a su médico.
·       Evitar las fatigas físicas e intelectuales.
·       Evitar los baños con agua muy fria o muy caliente.
·       Consultar al oculista y el cardiólogo regularmente.
·       Y lo más importante, conservar la buena disposición en la vida y sea feliz, es beneficioso para su salud.

Bibliografía.
·       Temas de Medicina General e Integral. Volumen II, cap.29, pág. 852.
·       Mateo de Acosta Fernández, Dr. Oscar. Nociones de la Diabetes mellitus.

miércoles, 5 de junio de 2013

La depresión






AUTOR: DRA. ALIUSKA FABREGAS GONZALEZ.
ESPECIALISTA DE I GRADO EN MEDICINA GENERAL INTEGRAL.
MASTER EN MEDICINA TRADICIONAL Y BIOENERGETICA.

Resumen.

                                                              


INTRODUCCION.

La depresión  se define como ´´Un síndrome caracterizado por el decaimiento del estado de ánimo, la disminución de la capacidad de experimentar placer y de la autoestima, con manifestaciones afectivas, ideativas, conductuales, cognitivas, vegetativas y motoras con serias repercusiones sobre la calidad de vida y el desempeño socio ocupacional” (1).

Es una alteración crónica no psicótica, duradera, de al menos dos años, con alteraciones intermitentes o sostenidas del humor deprimido y síntomas asociados (2). Tiene un estado patológico de sufrimiento psíquico consciente, acompañado por una notable reducción del sentido de la autoestima y de la disminución de la actividad mental, psicomotriz y orgánica y no es debida a un déficit funcional identificable (3,4).

Se conoce desde la antigüedad y se encuentra presente en la historia de todas las culturas. El doctor H. Chappa, en su libro  Distimia y otras depresiones, refiere que en el libro Antiguo Testamento, el Rey Saúl y Job la padecían  y en La Ilíada aparece el suicidio de  Ayax, como  víctima de la enfermedad (4). En el año 450 a.d.c, Hipócrates utilizó los términos de manía y melancolía, consideraba que un exceso de bilis negra en el cerebro provocaba la enfermedad (5,6). Aristóteles utilizó el concepto de melancolía en el doble sentido de la clínica y la filosófica, que actualmente está en desuso (7).

 Celso describió la melancolía en la obra De Medicina en el año 100 d.c, también Areteo (120_18d.c) desecha la etiología hipocrática y se las atribuye a factores psicológicos, asociándolos con la manía y valorizando la importancia de las relaciones interpersonales (5,6), Galeno (129 _199d.c) y Alejandro de Tralles en el siglo VI la describieron (4).

En la Edad media, en los países islámicos, Avicena, Rhazes y Maimónedes, consideraron la melancolía como una enfermedad diferenciada. En Europa  la etiología era atribuida a la posesión demoníaca, el castigo divino, la influencia de los astros y otras. Paracelso afirmó que las enfermedades mentales tienen origen natural y no por espíritus (5).

Los psiquiátras Abraham y Freud, a principios del siglo xx, comienzan a esbozar sus hipótesis psicodinámicas, postulando que la depresión en la adultez es una reactualización de una traumática pérdida temprana, que torna al sujeto vulnerable a pérdidas posteriores que desencadenan el cuadro (6).

En la década del 1960 se anuncia la Hipótesis Aminérgica de la depresión, de Schildkraut, que plantea que la depresión está provocada por un déficit de los neurotransmisores noradrelanina y serotonina (7,8), debido a que la primera es secretada por núcleos neuronales, activa los núcleos ventromediales que pueden bloquear impulsos como comer, beber y actividad sexual cuando son estimulados. La serotonina es inhibidora de las vías del dolor en la médula, controla el estado de ánimo de las personas incluido el sueño y suprime la actividad del sistema activador reticular (9), esta teoría impulsó el uso de los psicofármacos antidepresivos porque estos promovían un aumento de la concentración de estos neurotransmisores en la biofase (10,11).

Existen modelos actuales que integran factores ambientales, genéticos y constitucionales, eventos adversos tempranos y actuales y las repercusiones a nivel del sistema nervioso central, que promueven un sistema noradrenérgico hiperactivo que responde en forma exagerada al estrés y torna vulnerables a los sujetos a los trastornos de ansiedad y depresión (12).
Puede ser desencadenada por diferentes eventos biológicos como la deplesión de catecolaminas, provocadas por la reserpina o interferón, enfermedades como el Parkinson o los Accidentes Vasculares Encefálicos, eventos estresantes y por elementos genéticos y evolutivos (13,14).

Se encontró que las sustancias neuroquímicas conocidas como neuropéptidos, descubiertos por Candance Pert, Ph.D, neurofisióloga de la Universidad de Rutgers y ex jefa de la sección del Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU, ocasionan cambios en el estado anímico. Estas sustancias pueden encontrarse en el cerebro, médula espinal, glándulas órganos y otros tejidos, entre ellas se encuentran las endorfinas, que producen un efecto analgésico (15,16).

Según F. Ivanovic, en un estudio publicado en 2005, demostró, según la hipótesis de que la depresión aumenta con la disminución de la luz solar, que la mayoría de las depresiones son más habituales en invierno y más frecuentes en la latitud norte y su prevalecía varía según los grupos étnicos. Se realizaron tratamientos con fototerapia donde experimentaron los pacientes disminución de los síntomas (14).

En un estudio presentado por Jorge Cervilla en el 2001 se demostró que un bajo nivel de colesterol puede ser un factor de riesgo para la depresión con una muestra de 2.500 pacientes. (15).

 La depresión ocupa el 80 % o más del motivo de consultas  psiquiátricas y no psiquiátricas. Estadísticamente el riesgo de morbilidad durante la vida es del 20 %, que implica que una de cada 25 personas que nacen padecerá de depresión y de estas el 70 % tendrá más de un episodio (2,16).

La edad de aparición es cada vez más temprana y  el comienzo precoz incrementa el riesgo de recurrencia y cronicidad (17). Un individuo que se ha recuperado de un episodio mayor tiene un riesgo 10 veces mayor de tener una recaída cuando se compara con un paciente del mismo sexo y edad que nunca ha presentado una depresión clínica (18).

Es de difícil delimitación nosográfica y tiene un impacto colectivo importante, que incide sobre la afectividad, que es la función psíquica vinculada a la expresión de las necesidades biológicas, emocionales, psicológicas y sociales (13).

Sus formas clínicas pueden ir desde aquellas más leves e indetectables, como los trastornos depresivos subclínicos crónicos hasta aquellos más graves y riesgosos como la depresión psicótica o melancolía (13).

El riesgo  de padecer depresión es de 2 a 6 veces mayor en hijos de padres con antecedentes de la enfermedad que en aquellos que no tienen antecedentes familiares y en aquellos con historia familiar de problemas afectivos, alcoholismo, enfermedades crónicas, trastornos de personalidad, traumas psicológicos o abuso infantil (14).

Se acompaña de una tasa de mortalidad que duplica las muertes por SIDA (15). Según la OMS es la cuarta causa de pérdida de la calidad de vida por la discapacidad que genera y en el año 2020 ocupará el  segundo lugar (16).

Las mujeres la padecen dos o tres veces más que los hombres y se encuentran más expuestas en la adolescencia, puerperio y climaterio (17).

Tiende a empeorarla otras condiciones patológicas como trastornos cardiovasculares, neurovegetativos, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, accidentes vasculares encefálicos, patologías vasculares y diabetes mellitus (18).

Un 70 % de los pacientes  no saben que la padecen, algunos de ellos tienen factores de sobre conocimiento como la banalización propia y ajena donde se atribuye al estrés y la racionalización, donde se vincula a algún episodio negativo frecuente, además existe la negación, que es un mecanismo psíquico que evita el contacto con contenidos angustiantes (19).
Un 60% de los casos no toman su medicación por creer que no lo necesitan, por los efectos adversos, sentirse mejor o pensar que no lo necesitan (20).

Entre las causas que se mencionan tenemos a la personalidad, donde a menudo tiene  la depresión sus comienzos a finales de la adolescencia y comienzos de la edad adulta, relacionadas con un defectuoso desarrollo de la personalidad y del yo, que termina en una dificultad de adaptación a la adolescencia y primera juventud. También participan la dependencia interpersonal, el carácter obsesivo, la baja autoestima y la introversión. Los factores psicosociales como las situaciones estresantes  que precipitan los episodios. El uso crónico del alcohol, anfetaminas o barbitúricos, enfermedades crónicas (5, 21, 22).

Tiene diversas formas de comienzo como  tendencia al encierro, abatimiento, alteración del apetito, disminución de la libido, irritabilidad, fastidio y vivencias paranoides (2, 3, 24).
Las expresiones somáticas pueden comenzar con síntomas vagos, erráticos y no mejorables con la terapéutica sintomática, suelen acompañarse de expresiones ideativas y conductuales de la depresión (1, 25).

Su rasgo principal es un complejo sintomático de carácter no psicótico de menos de dos años. Su principal síntoma es el humor deprimido, pérdida de interés o placer por casi todas las actividades y diversiones habituales, supresión de todas las fuentes de placer (3, 25,26).

Existen alteraciones del amor propio, ralentización del habla y el pensamiento, pérdida del apetito., el paciente expresa como cambios discontinuos que son ajenos al yo con respecto a su yo normal (4).

Hay cambio de peso, disminución de la libido y de la competencia sexual, sentimientos de culpa y auto reproche, preocupación obsesiva de la salud, quejas por dificultades del pensamiento, indecisión, ideas de suicidio, sentimientos de desamparo y desesperanza. El polo de angustia es matinal y se va aliviando por la noche (21, 26, 27).

Existe alteración en la capacidad cognoscitiva y de la memoria con serias dificultades en la concentración, hay astenia y adinamia, se presentan episodios aditivos con sedantes o estimulantes de sistema nervioso central (22).

 Existen ideas suicidas que pueden hacerse evidentes o no y pueden encontrarse como factores la edad, con los mayores de 60 años, la vida solitaria, pérdida reciente de la pareja, enfermedad recurrente, mala salud, falta de canales sociales adecuados, suicidio reciente de seres queridos, sensación de fracaso y personalidad impulsiva o esquizofrénica (27, 28, 29).

Pueden existir otras variantes de cuadro clínico como la depresión encubierta donde existe alteración del humor no manifiesta, dolores crónicos, insomnio y pérdida de peso, otra variante son las que cursan con quejas hipocondríacas y somáticas que suelen ser a edad intermedia o avanzada y frecuentemente del sexo femenino, existe un  cuadro de pesimismo y desesperanza donde hay auto reproche, bajo amor propio y funcionamiento inadecuado del matrimonio o del trabajo, imperando la personalidad masoquista (1, 25, 26, 27). También aplican el consumo de alcohol y el consumo de fármacos como los esteroides, anfetaminas, barbitúricos, depresores del sistema nervioso central por períodos continuos, la heroína y la metadona (6, 28, 29).

En 1993, los doctores Bebbington y cols, comprobaron que las mujeres tienen más factores de vulnerabilidad a los dos meses previos al inicio del episodio depresivo que los hombres (23). Valiéndose de los estudios del Dr Weiss (1974) El Dr. Brown y colaboradores (1988) observaron que aquellas que han tenido un acontecimiento vital con un soporte social alto tuvieron un 10 % de incidencia de trastorno depresivo y las mujeres con un soporte social bajo tuvieron un 32 % (30, 31)

Clasificación de los trastornos depresivos.

La clasificación estándar de los trastornos depresivos están contenidos en la X revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE- 10) OMS, 1992. Contiene los siguientes trastornos depresivos (1):
1      Trastorno bipolar.
2      Episodio depresivo.
3      Trastorno depresivo recurrente.
4      Ciclotimia y distimia ( Trastorno persistente del ánimo)
5      Trastorno depresivo de adaptación.

La IV Edición  del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales     (DSM _IV) publicado por la Américan Psychiatric Association (1994) que contiene en su clasificación cuadros superponibles a los CIE_10. Incluye dos categorías innovadoras de corte etiológico (1).
1      Trastorno depresivo debido a trastornos médico generales y trastorno depresivo inducido por sustancias.
2      Trastorno bipolar.
3      Trastorno depresivo mayor, episodio único.
4      Trastorno depresivo mayor recurrente.
5      Trastorno Ciclotímico.
6      Trastorno distímico.
7      Trastorno depresivo de adaptación.
8      Trastorno depresivo debido a trastornos médico generales.
9      Trastorno depresivo inducido por sustancias.

Existen diversos tratamientos, entre las intervenciones más generalizadas  se encuentran las terapias agrupadas  donde se encuentran primeramente las terapias supresivas que desalojan las manifestaciones sintomáticas del cuadro clínico pero poco afectan los fenómenos subyacentes, las terapias curativas que consisten en el tratamiento de la esencia biológica y psicológica del episodio para una mejor perdurabilidad del tratamiento y la terapia profiláctica que evita la recurrencia de los episodios a largo plazo (32,33).

El tratamiento de la depresión tiene varias fases, en la fase aguda se alivian los síntomas del cuadro y restablecen el funcionamiento psicosocial, que se expresa en la absoluta remisión de la depresión con un abordaje integrado del paciente y su contexto, con una guía y orientación continua. En la segunda fase, la de respuesta, es donde se insinúa una mejoría clínica que corresponde con una disminución del 50% de la escala de Hamilton basal. En la fase de remisión se evidencia una mejoría de magnitud suficiente. El sujeto se encuentra asintomático y sin manifestaciones del trastorno. La fase de recuperación es cuando la remisión se mantiene durante un período de 2 años. La fase de recurrencia es la aparición de un nuevo episodio con el paciente en remisión y una vez superado el año de tratamiento (33, 34,35).

En la terapia medicamentosa todos los antidepresivos clínicamente efectivos producen cambios en la actividad de los sistemas de neurotransmisión noradrenérgica, aumentan la neurotransmisión serotoninérgica central y potencian la actividad serotoninérgica con diferentes mecanismos neurológicos (35).


BIBLIOGRAFIA.

1.         Rogtenberg, Sergio L. Depresiones y antidepresivos. Editorial médica 2001. cap.1, 5; pág. 3, 100.  cap.1. pág.3. cap.3; pág 100.
2.         Kaplan, Harold. Compedio de Psiquiatría. SALVAT. Segunda edición 2004. cap13, pág. 246.
3.         Colb, Dr. N. Información detallada sobre la depresión. Depresión. org//google, febrero, 2008// 2007, pág 1/http://www.depresión.org.
4.         Chappa,Herbert J. Distimia y otras depresiones. Editorial médica panamericana. 2003. cap. 1, pág. 14.
5.         Iturralde, Dr. M. La depresión. monografías.com/ google, febrero, 2007// 2007, pág 1//http://www.monografías.com.trabajos 13/depre.shtml.
6.         Canale.Andrew. Beyond depresión. Element, Inc. UAS. 1992.  cap. 2; pág 17.
7.         Herb, Dra.G. Depresión. Medline plus: Depresión./google ,febrero, 2007// 2007, pág 7//http://www.nlm.nih.gov .
8.         Heman, Dr F. Depresión.  mental disorders depresión.com/ google, febrero, 2007// 2007, pág 1/http://www.noah-healt.org./es/mental/disorders/depresion.
9.         Fernández, Alonso. Nuevas aportaciones sobre la depresión. Editorial EDIKAMED. Barcelona. 1997. cap. 1, pág. 4.
10.   Colectivo de autores. Causas de la depresión. Psicomed.com/google, 2007 pág. 3//http://www.depresion.psicomeg.com/causas de la depresión.
11.   Calderón, Guillermo. Depresión. Editorial médica panamericana. 2001. cap. 1, pág. 13.
12.   Trápaga Ortega, Lic. Miriam. Fundamentos biológicos del comportamiento. Editorial Félix Varela. La Habana, 2004. cap. 4, pág 678.
13.   Goldedberg, Burton. Medicine alternative. Capítulo: La acupuntura. Editorial Future medicine publishing. IMC. Tiburón, California. 1994. cap. 25, pág. 235.
14.   Ivanovic.F. Enfermedades afectivas. Rev. Actas españolas de psiquiatría. Editorial Garsi. 2005, vol33, no. 1. Art.2. pág. 8.
15.   Cervilla. J. Niveles de colesterol en pacientes depresivos. Revista de psiquiatría de la Facultad de Barcelona. Nov.-dic. 2001. vol.28, no.5. pág. 321.
16.   Fernández Prieto. M. Análisis comparativo del estado atribucional y de la autoestima en una muestra de pacientes depresivos. Rev. Actas españolas de psiquiatría. Editorial Garsi. Vol.32, no. 5. art. 1. España. 2004. pág. 260.
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18.    Alonso Fernández, Francoise. La depresión y su diagnóstico. Nuevo modelo clínico. Barcelona. 1988. cap. 2, pág. 24.
19.   Nuñez de Villavicencio Porro, Dr. Fernando. Psicología y salud. ECIMED, Ciudad de la Habana. 2001. cap. 1, pág, 16.
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22.   Mateos J. L. Depresión: A priority in public health. Barcelona. 2004.  cap. 6; pág 123.
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24.   Martínez, Dra. J. Depresión en la mujer. family doctor.org /google, marzo, 2007//2007, pág. 2/http://www.familydoctor.org.es//mental/disorders/depression.
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